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LOS 3.16 DE LAS ESCRITURAS

Supongo casi todos conocerán el famoso pasaje de Juan 3.16 donde expresa el enorme Amor de Dios por nosotros: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.". Este versículo es la base de nuestra fe y un milagro para salvación y esperanza en que hay vida tras la muerte. A su vez, es una muestra del inmenso Amor que Dios Padre tiene hacia nosotros que, a pesar de nuestras infidelidades y pecados, nos ofreció a Su Hijo para que voluntariamente entregara Su Vida, a pesar de ser inocente, para pagar la pena en el Juicio en vez de sufrirla nosotros. 

Pero, hay otros 3.16 maravillosos en las Escrituras, como en 1 de Juan: "En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.", un hecho de entrega y sacrificio, de significado profundo del acto de ejercer un nuevo sacerdocio, basado en el nuevo orden del Amor.

Son varios 3.16, los que tienen un valor y significado especial en nuestra vida como cristianos. Un ejemplo es el que se encuentra en el Evangelio de Mateo, donde el versículo 3.16 relata una parte importante  tras el bautismo de Nuestro Señor: "Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.". Sabemos que Cristo nos pide primero un arrepentimiento sincero y total de nuestra antigua forma de vivir, cambiar nuestra mente, tras lo cual Dios sella un pacto con nosotros, entregándonos Su Espíritu para que more en nosotros y nos lleve a toda verdad, como expresa también el 3.16 del evangelio en Lucas: "respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego."

 

Otro 3.16 clave lo encontramos en 1 de Corintios: "¿No sabéis que sois santuario de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?". Un recuerdo para el cristiano de que estamos en este mundo no para prestar toda nuestra atención a sus cuestiones y obligaciones, sino para las cosas de Dios, porque si habita el Espíritu de Dios en nosotros, somos de Él.


En 2 de Corintios, su 3.16 muestra el problema de por qué muchos no entienden la Biblia cuando la leen y se quedan en la letra: "Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará."

Otra carta de Pablo, Gálatas, donde el 3.16 da sentido a la fe de Abraham, el amigo de Dios, y del pacto y promesa que Dios hizo con él: "Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo." Nosotros somos salvos por la misma fe que Abraham, el cual es el padre de la fe.

En la carta a los Filipenses, Pablo nos llama a todos a ser de un mismo sentir, sin contiendas y divisiones, si verdaderamente hemos sido perfeccionados por la fe. Otra gran advertencia y enseñanza: "Pero en aquello a que hemos llegado, sigamos una misma regla, sintamos una misma cosa"

Es en 1 de Timoteo donde Pablo, de forma esquemática, expresa las bases del Ministerio de Nuestro Señor Jesucristo: "E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad:
Dios fue manifestado en carne,
Justificado en el Espíritu,
Visto de los ángeles,
Predicado a los gentiles,
Creído en el mundo,
Recibido arriba en gloria.
"

Santiago, también en su 3.16 nos intenta abrir la mente a uno de los problemas que están azotando al pueblo de Dios y nos invita a hacer obras conforme al Espíritu, no conforme a las pasiones humanas, porque ahí hay otro que las está gobernando y manejando: "Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa."

Ahora Pedro, en su primera carta, nos recuerda las palabras de Cristo, que padeceremos persecución, problemas, incomprensiones, juicios sumarísimos sobre nuestra locura por seguir el Camino de Dios, por no seguir el tren del mundo e ir en contra de los dictados de la sociedad, etc., pero no tenemos parte con el príncipe de este mundo sino con el Reino de los Cielos: "teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo."

También Pedro, en su segunda carta, traza el por qué de los problemas que suscita la Biblia a la hora de ser tergiversada, no comprendida, por quedarse muchos en la literalidad de sus expresiones, sin ir más allá del verdadero sentido, el Espiritual. Pero también encontramos el peligro de aquellos que la interpretan de otra forma para acomodarla a otros intereses: "casi en todas sus epístolas (Pablo), hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición."

Pero también hay 3.16 muy especiales en el Antiguo Testamento, como en el libro de Proverbios: "Largura de días está en su mano derecha; En su izquierda, riquezas y honra.", refiriéndose a la Sabiduría, donde, espiritualmente, hace una distinción entre ésta, la derecha, y que si actuamos conforme a ella, el resto de nuestras acciones, en este mundo, la izquierda, serán bendecidas si somos fieles al Señor.

En el libro de Jeremías, este versículo, da una promesa sobre la obra de Cristo en nosotros: "Y acontecerá que cuando os multipliquéis y crezcáis en la tierra, en esos días, dice Jehová, no se dirá más: Arca del pacto de Jehová; ni vendrá al pensamiento, ni se acordarán de ella, ni la echarán de menos, ni se hará otra.". Ahora nosotros no tenemos necesidad de ningún templo físico, ni del Arca del Pacto, porque sus mandamientos obran en nuestros corazones y Su Espíritu en nuestras almas.

En Malaquías, el último libro del Antiguo Pacto, nos da esta hermosa promesa, en la cual vivimos, que comienza en un 3.16: "Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre. Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve. Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve." (Vers. 3‬:‭16-18‬)

Asimismo, para terminar me gustaría compartir ese versículo 3.16, del libro de Joel, el que me llevó a escribir este artículo, muestra de Su Gloria y Poder: "Y Jehová rugirá desde Sion, y dará su voz desde Jerusalén, y temblarán los cielos y la tierra; pero Jehová será la esperanza de su pueblo, y la fortaleza de los hijos de Israel."
 

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